Imagínese que un cliente abre la pesada puerta de cristal de su tienda y una fuerte ráfaga de viento golpea la puerta y la golpea contra la pared adyacente. El fuerte estruendo hace que la gente se dé vuelta y, lo que es peor, la puerta resulta dañada. Escenarios como este no solo son molestos, sino que también pueden dar lugar a reparaciones costosas o incluso […]