La accesibilidad no es sólo una cortesía: es una necesidad legal.
La Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA) ha establecido requisitos estrictos para los edificios públicos y comerciales para garantizar que acomoden a todos, independientemente de su capacidad física.
Para las personas con discapacidad, estos desafíos pueden crear barreras importantes. Cierrapuertas que cumplen con la ADA elimine estos problemas incorporando características como velocidad de cierre controlada, fuerza de apertura adecuada y ajustes accesibles.
Pero, ¿qué define exactamente a un cierrapuertas que cumple con la ADA? Exploremos los estándares, los ajustes y las herramientas necesarias para lograr el cumplimiento y, al mismo tiempo, mejorar la accesibilidad.
La ADA, promulgada en 1990, prohíbe la discriminación contra personas con discapacidades en todas las áreas de la vida pública, incluidos lugares de trabajo, escuelas y lugares públicos.
Sus pautas de accesibilidad física abarcan varios aspectos del diseño de edificios, incluidos los espacios libres de puertas ADA y los requisitos de umbral de puerta ADA.
Para los cierrapuertas, estas normas enfatizan la facilidad de uso, la seguridad y la durabilidad.
El incumplimiento puede tener consecuencias legales y generar exclusión para las personas con problemas de movilidad, por lo que es imperativo que las empresas e instituciones cumplan estrictamente las directrices.
Un cierrapuertas que cumple con la ADA está diseñado para cumplir con los criterios específicos establecidos por la ADA para facilitar su uso. Estos cierrapuertas garantizan que:
Este tipo de cierres se encuentran comúnmente en espacios comerciales, escuelas, instalaciones gubernamentales y centros de atención médica.
Los cierrapuertas que cumplen con la norma ADA deben garantizar que la puerta no se cierre demasiado rápido.
La norma exige que una puerta tarde al menos 5 segundos en moverse desde una posición abierta de 90 grados hasta una distancia de 12 pulgadas del pestillo.
Esto permite que las personas con problemas de movilidad tengan tiempo suficiente para pasar de forma segura.
La fuerza requerida para abrir puertas interiores no debe exceder las 5 libras, según las regulaciones ADA.
Para las puertas exteriores, la norma es menos rígida pero aún enfatiza la facilidad de acceso.
Se pueden realizar ajustes utilizando herramientas especializadas para el ajuste del cierrapuertas.
La velocidad del pestillo del cierrapuertas determina cómo funciona la fase de cierre final de la puerta.
Las velocidades de cierre que cumplen con la ADA deben evitar los portazos y al mismo tiempo garantizar que la puerta esté completamente asegurada.
Paso 1:Ubique los tornillos de ajuste: la mayoría de los cierrapuertas cuentan con tornillos claramente etiquetados para controlar el barrido, la velocidad del pestillo y el control de retroceso.
Paso 2: Pruebe la velocidad de cierre: abra la puerta por completo y mida el tiempo que tarda en cerrarse. Ajuste el tornillo de velocidad de barrido si es necesario.
Paso 3:Ajuste la velocidad del pestillo: Ajuste el tornillo del pestillo para evitar que la puerta se cierre de golpe durante la fase final.
Paso 4:Asegure una fuerza de apertura mínima: utilice un medidor de fuerza para medir y ajustar la fuerza de apertura para cumplir con los estándares ADA.
Las puertas interiores deben cumplir con los estrictos requisitos de velocidad de cierre y fuerza de apertura de la ADA. Por lo general, están equipadas con cierrapuertas para discapacitados para garantizar su facilidad de uso.
Aunque las puertas exteriores tienen tolerancias de fuerza ligeramente superiores, deben proporcionar un funcionamiento seguro y suave. En estas aplicaciones se utilizan habitualmente cierrapuertas de alta resistencia para puertas de acero.
Las puertas cortafuegos deben combinar seguridad y accesibilidad. Los sistemas de puertas con cierre y pestillo automáticos que cumplen con la ADA garantizan que estas puertas cumplan con los códigos contra incendios y las normas de accesibilidad.
Cierrapuertas automático Las puertas de vidrio y otros tipos deben tener ajustes precisos para adaptarse a personas con diferentes niveles de movilidad.
Para garantizar el cumplimiento de los requisitos de cierrapuertas ADA, es fundamental medir con precisión la fuerza de apertura de la puerta.
La fuerza de apertura debe cumplir con las normas de la ADA para adaptarse a personas con fuerza limitada. A continuación, se incluye una guía detallada:
Asegúrese de que la puerta esté en condiciones de funcionamiento adecuadas, sin obstrucciones ni fallas mecánicas. Identifique el punto de prueba, generalmente en la manija de la puerta, aproximadamente a 30 o 36 pulgadas por encima del suelo.
Paso 1:Coloque el medidor de fuerza: fije el medidor de fuerza a la manija o al área de tracción de la puerta.
Paso 2: Aplique un tirón gradual: tire lentamente del calibre hasta que la puerta comience a moverse. La lectura en este punto indica la fuerza necesaria para superar la resistencia inicial.
Paso 3: Registre la fuerza máxima: continúe tirando hasta que la puerta esté completamente abierta o alcance un ángulo de 90 grados. Registre la fuerza máxima ejercida.
Compare los valores registrados con los requisitos de la ADA:
La medición y el ajuste regulares no solo mantienen el cumplimiento de la ADA, sino que también mejoran la usabilidad y la seguridad de la puerta para todos los usuarios.
Las puertas que requieren una fuerza excesiva pueden necesitar ajustes en su configuración de tensión o ser reemplazadas por un cierrapuertas que cumpla con la ADA.
Ajuste los tornillos de ajuste de la válvula del cierrapuertas para cumplir con la función de control de retroceso del cierrapuertas requerida y los estándares de velocidad de cierre ADA.
Una instalación incorrecta puede provocar una desalineación, comprometiendo tanto la accesibilidad como la seguridad.
El incumplimiento de las normas de la ADA puede dar lugar a multas elevadas, demandas judiciales y daños a la reputación. Más allá de las consecuencias legales, el incumplimiento excluye a las personas con discapacidades, lo que perjudica los esfuerzos de inclusión.
Los cierrapuertas que cumplen con la norma ADA son esenciales para crear entornos accesibles e inclusivos.
Desde cumplir con los requisitos precisos de fuerza de apertura hasta ajustar velocidades de cierre seguras, estos dispositivos juegan un papel fundamental en la mejora de la accesibilidad y el cumplimiento.
Al comprender y cumplir con los requisitos de cierrapuertas de la ADA, las empresas y las instituciones no solo evitan repercusiones legales, sino que también demuestran su compromiso con la inclusión y la seguridad.